El contrato de alquiler vacacional es una herramienta imprescindible para garantizar una relación clara y segura entre propietarios y huéspedes. En este artículo, te explicaremos qué elementos debe incluir, algunos consejos prácticos y cómo utilizarlo para proteger tus intereses.

¿Qué es un contrato de alquiler vacacional y por qué es importante?
El contrato de alquiler vacacional es un documento legal que establece las condiciones del uso temporal de una propiedad entre el propietario (o gestor) y el huésped. Aunque no siempre es obligatorio, es altamente recomendable para evitar malentendidos y posibles problemas legales.
En España, las normativas pueden variar según la comunidad autónoma, por lo que es importante adaptarlo a las leyes locales.
Elementos clave que debe incluir el contrato de alquiler vacacional
- Identificación de las partes
Incluye los datos completos del propietario o gestor (nombre, DNI o NIF) y del huésped (nombre, documento de identidad y datos de contacto). Esto ayuda a tener claras las responsabilidades de cada parte. - Descripción del inmueble
Detalla las características de la propiedad, como la dirección exacta, número de habitaciones, instalaciones disponibles (wifi, piscina, electrodomésticos, etc.), y cualquier detalle relevante. - Duración del alquiler
Especifica las fechas y horas exactas de entrada y salida, estableciendo claramente el tiempo de uso. - Precio y forma de pago
- Indica el importe total del alquiler.
- Especifica cómo se realizará el pago (transferencia, tarjeta, efectivo, etc.).
- Detalla si hay depósitos o fianzas, y las condiciones para su devolución.
Por ejemplo, la Ley de Arrendamientos Urbanos establece que la fianza debe devolverse en un plazo máximo de un mes tras finalizar el contrato, salvo que se detecten daños.
- Condiciones del uso de la vivienda
Establece las normas de la casa:
- Número máximo de ocupantes.
- Prohibiciones específicas, como fumar o realizar fiestas.
- Condiciones sobre mascotas, si están permitidas.
- Política de cancelación
Define las condiciones de cancelación, tanto si el huésped cancela como si tú decides hacerlo por fuerza mayor. Es importante que estas políticas sean claras para ambas partes. - Responsabilidades del huésped
- Uso adecuado de las instalaciones.
- Responsabilidad por posibles daños ocasionados durante la estancia.
- Cumplimiento de las normativas de convivencia del edificio o comunidad.
- Seguros y cláusulas de protección
Es recomendable que indiques si cuentas con un seguro de responsabilidad civil o de hogar, así como las condiciones en las que este aplica. De igual forma, establece cláusulas para protegerte en caso de fuerza mayor o incumplimientos. - Resolución de conflictos
Añade una cláusula para establecer cómo se resolverán posibles disputas (mediación, arbitraje o jurisdicción). Esto puede incluir un párrafo donde indiques que las partes acuerdan someterse a los tribunales de una localidad específica. - Firmas
Asegúrate de incluir un espacio para que ambas partes firmen el contrato como señal de conformidad.
Consejos prácticos para gestionar el contrato
- Adaptación legal:
Consulta la normativa específica de tu comunidad autónoma, ya que algunas requieren registro en plataformas oficiales (como el Registro de Turismo en Cataluña o Andalucía). - Digitalización:
Considera ofrecer la firma del contrato de manera digital para agilizar el proceso. Herramientas como DocuSign o Signaturit son ideales para esto. - Traducciones:
Si trabajas con huéspedes internacionales, traduce el contrato al idioma que corresponda (inglés, francés, etc.) y verifica que la traducción sea profesional.